
Sin duda, una de las trayectorias más interesantes en el panorama de la música internacional es la de Adanowsky. El músico, actor, compositor, productor y director, no sólo ha construido un universo estético irrepetible en la industria del entretenimiento, sino que con cada pase de magia, logra expandirse a nuevos horizontes.
Prueba de ello es ‘The Fool’, su más reciente disco, el cual estrena con bastante entusiasmo, pues no sólo representa una nueva fase creativa, sino la exploración de actuales experiencias en su vida.
Respecto al origen de ‘The Fool’, Adanowsky cuenta: “previo a la pandemia tenía un EP prácticamente terminado. Sin embargo, cuando cayó el período de encierro, me di cuenta que varias de esas canciones ya no tenían cabida en mi concepción del mundo, así que decidí regrabarlas y sumar algunas más, hasta conformar 10 nuevas piezas, lo que dio pie a la formulación de un disco”.
Y sigue: “este nuevo trabajo me ayudó a regresar a muchos espacios. El primero de ellos, retomar mi papel de Adanowsky, que había dejado atrás para concentrarme en mi etapa de productor. Sin embargo, extrañaba mucho todo lo aprendido como Adanowsky. Lo segundo es que, cuando hice mi álbum debut, tardé 4 años en producirlo, pues no tenía ninguna prisa: iba con mucha calma. Entonces empecé a tener éxito y me vi obligado a sacar un disco por año, sin mucha reflexión respecto a mi obra. Con ‘The Fool’ pude volver a la calma, a no sentir que tenía que explotar en cada canción. Es un disco cuyo sonido, armado junto a mi amigo Victor Mechanik, remite a lo nocturno, una cueva, el calor, algo de sensualidad; sensaciones que sólo se disfrutan cuando hay serenidad”.
Todos estos elementos nos hacen pensar en que ‘The Fool’, más que un álbum, es un espacio de reencuentro y sanación para el artista, así como para quienes lo escuchen, pues como el propio Adanowsky señala: “es un regreso a mi lenguaje personal, a disfrutar de la creación y retribuir algo de lo mucho que la música y el arte me han dado”.
A propósito de esta idea, Adanowsky nos revela: “el proceso de ‘The Fool’ me llevó a crear un movimiento artístico llamado el ‘irracionalismo’, donde hay música, pero también pintura, literatura, danza, fotografía, etc. Nuestro manifiesto se basa en no tener conexión con lo mental, sino con la parte instintiva del arte. Todo lo que haga en el futuro, será conocido como parte del arte irracionalista”.
Hasta aquí nuestra reporte Joaquín.
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